Dos ciegos claman por un milagro.
La multitud, indiferente al sufrimiento ajeno (¿por qué actuamos así? 😦 ), les manda a callar; pero Jesús sí se compadece de ellos. 🙂
Un relato similar: Jesús sana a los ciegos y a los mudos (Mt 9.27-34)
20
Mt 20.20-28 La petición de una madre
Continuemos con Mateo 20… tenía MUCHÍSIMO TIEMPO sin avanzar. 😦
En ese momento Jacobo y Juan no lo sabían pero Jesús, el Hijo de Dios (a quien ellos le estaban pidiendo un puesto de honor) sería capaz de lavarle los pies. Aquí Jesús habla de la grandeza del servicio y también lo demostraba con obras.
«La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús, quien, siendo por naturaleza Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse. Por el contrario, se rebajó voluntariamente, tomando la naturaleza de siervo y haciéndose semejante a los seres humanos. Y, al manifestarse como hombre, se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte, ¡y muerte de cruz!» Filipenses 2:5-8
Mt 20.17-19 Jesús predice de nuevo su muerte
¿Te gustaría saber cuándo y de qué manera morirás? 😯
¡Jesús lo sabía! En sus palabras muestra lo consciente que estaba de todo el sufrimiento que viviría. ¿Porqué siguió adelante y no lo evitó?
Sólo su sacrificio permitiría el perdón de nuestros pecados y nos daría vida eterna por medio de la fe. Sólo su agónico sufrimiento nos libra de nuestro merecido sufrimiento eterno:
«Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.» Apocalipsis 20:13-15
«Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.» Apocalipsis 20:10
Dios es amor. Su amor se manifestó en el sacrificio de Jesús para salvarnos aunque no lo merecíamos; pero también es justo y a su debido tiempo juzgará.
«También oí a otro, que desde el altar decía: Ciertamente, Señor Dios Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos.» Apocalipsis 16:7
Antes del juicio, puedes conocer tu veredicto. Te invito a visitar esta página:
¿Cómo ir al cielo? (BBN)
Mt 20.1-16 Parábola de los viñadores
aizpruartES 